Todas
ellas, son personas visiblemente angustiadas que están sufriendo lo
indecible y reclaman su dinero para poder subsistir en esta España
que agoniza.
Estas víctimas, ignoradas por todas las Instituciones españolas y europeas, que diseñaron la estafa del siglo, pone el vello de punta. Es inhumano que personas mayores, casi octogenarias, tengan que soportar este calvario a riesgo de sufrir un paro cardíaco o un ictus en estas manifestaciones, que los llevaría a una muerte segura en medio de la calle.
Por
eso los banqueros que colocaron esta bomba de relojería, al igual
que los políticos corruptos que se reúnen en un congreso o en un
hotel, suelen huir por la puerta trasera para no ser vistos. Huir
como hacen los malhechores y evitar dar la cara ante los
manifestantes que exigen recuperar sus ahorros o ante los ciudadanos
que les acusan de no cumplir con las promesas que prometieron en sus
campañas, suele ser el pan nuestro de cada día.
Rajoy huye de los
periodistas y sale por la puerta trasera del Senado. Abril 2012
Unos
y otros viven aterrorizados ante la posibilidad de que alguien los
incrimine por haber percibido fondos y donaciones ilegales, por
evadir impuestos, por tener cuentas en paraísos fiscales, por
prevaricación o cohecho… o cualquier otro marrón que pueda salir
de la caja de Pandora y esparcirse a los cuatro vientos. Los trapos
sucios que ocultan desde hace tiempo bajo el disfraz, es lo que más
les preocupa, no las personas.
Ambos
impostores son caras de la misma moneda, personas que fingieron tener
ética y escrúpulos a cambio de conseguir ventajas y derechos que
después arrebataron a miles de ciudadanos.
Para los banqueros fue fácil
camuflarse tras una mesa y engañar a confiados ahorradores
colocándoles activos tóxicos, el camuflaje de los políticos vino a
través de las falsas promesas que hicieron a ciudadanos que
confiaron en ellos a cambio de conseguir su voto. Conseguido su
objetivo, se aposentaron en la cúspide del poder absoluto y
practicaron con total impunidad el nepotismo en su propio interés y
provecho.
Rato intentando pasar desapercibido
en la Audiencia Nacional al declarar como imputado en el caso Bankia.
20.12.2012
Como
podéis comprobar en la foto, el ladrón va custodiado y protegido
por las fuerzas del orden, mientras que las personas a quienes ha
estafado dejándolas en la miseria, gritan desesperadas hacinadas
tras la valla metálica, como si fueran animales peligrosos de un
zoo.
Pero
a lo largo de esta crisis, hemos comprobado, cómo a unos y a otros
se les ha caído el disfraz y su autentica identidad ha quedado a la
vista de todos.
Lo
peor es que muchos de ellos, al igual que les pasa a los actores, han
acabado creyéndose su propio papel.
Trabajadores de Novagalicia se esconden de los afectados por las preferentes
Luisa
Vicente Santiago
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