Hoy
salta a la palestra lo que ya se estaba cociendo desde Julio del
2012,  la estafa a 40.000 nuevos ahorradores con   preferentes de
Eroski y Fagor. La media invertida  fue de 12.000 euros, aunque
existen imposiciones de 900 hasta de 45.000 euros por persona. La
rentabilidad que pagaban oscilaba entre Euribor +2,5% y Euribor +3%
dependiendo de la emisión.
Estas
preferentes de “supermercado” y “gama blanca”  del ¡ más
difícil todavía ¡ completan el   numerito  circense que envuelve a
la banca y que no para de darnos sorpresas cada día.
Nadie
puede asegurar qué otras personas puedan saltar en pedazos cuando
exploten los tóxicos a los que están   atadas miles de personas
hace años  sin saberlo.  A medida que los bancos vayan sacando la
basura que acumularon debajo de la alfombra durante tanto tiempo, se
descubrirán  las cifras reales de este descalabro financiero que ha
perjudicado a tantas personas, exceptuando por supuesto a  políticos,
a personas influyentes  y  a ciudadanos VIP.
El
 efecto desencadenado que origina la aparición de  nuevas víctimas
por el atraco de las preferentes, se podría comparar con la forma y
los efectos que causan  las bombas de racimo, me explico: una bomba
de racimo es un artefacto de guerra que consiste en un pequeño
contenedor que se abre en el aire y esparce otros artefactos
explosivos más pequeños, sub-municiones, en una amplia superficie.
A pesar de que están proyectadas para ello, las sub-municiones no
siempre estallan en contacto con el suelo, razón por la cual
constituyen una amenaza “dormida” incluso más peligrosa que las
minas antipersonas. Son artefactos muy peligrosos y prohibidos  en
muchos países a partir de la Convención de Oslo , pero  se siguen
fabricando con total impunidad  y matan y mutilan  de forma 
indiscriminada, ya que no distinguen entre blancos civiles y
militares.   Sus efectos se prolongan mucho tiempo después de que un
conflicto haya finalizado, por eso acarrean la muerte de miles de
niños que,  creyendo ser juguetes cuando  los encuentran en los
campos ( tienen vistosos colores y formas caprichosas) , les acaban
explotando en las manos  dejándolos mutilados de por vida. 
No
se me ha ocurrido otra analogía  mejor que esta para describir la
forma y el efecto por el que están discurriendo estos activos
tóxicos, preferentes, subordinadas,  que los bancos esparcieron a
diestro y siniestro por toda la geografía española durante “ la
gran guerra del pasivo”  que empezó en el año 2008 hasta
inclusive mediados del 2012, cuando llegó el apocalipsis  de la
burbuja inmobiliaria más aberrante de la historia de la banca.
Hemos
llegado a una situación financiera  tan caótica y desbordante, que
ya no importan cuales son las  cifras que la banca  mueve en  
activos tóxicos, por otra parte los bancos han transformado la
mayoría  de estos activos  en acciones,  maniobra que les ha salvado
para no tener que devolver el dinero que no tienen. Puedo asegurar
sin temor a equivocarme mucho, que  hoy medio país es accionista de
grandes agujeros negros donde  nadie sabe dónde está el fin, el
caso más sangrante es Bankia, pero Bankias hay muchas en esta España
que se derrumba en pedazos.
El presidente ejecutivo de Goldman Sachs, el grupo de inversión y valores más grandes del mundo, verbalizó esta cita:
"Los banqueros hacen el trabajo de Dios"
Ojalá
que las  palabras cargadas de arrogancia de su Presidente, Lloyd
Blankfein,   hagan reflexionar   a muchos banqueros que 
su propósito , aun en sus obras sociales, nunca estuvo  más lejos
de Dios.
Luisa
Vicente Santiago


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